viernes, febrero 20, 2015

Tristeza


Hoy me envuelve la tristeza,
esa invisible sensación de fría humedad,
de solitaria lucha.

El tiempo, ese que no se puede medir,
que es imposible de frenar,
que vuela contra corriente,
hoy se hizo mi enemigo.

De nuevo se plantea una titánica pelea,
las fuerzas se miden contra el enemigo,
y es escurridizo y traidor.

No sé si tendré ánimo,
si Dios me amparara en la pelea,
porque ignoro si es su voluntad,
que gane ó pierda esta guerra.

Pero la supervivencia obliga,
el deseo empuja…
y aquí me hallo,
de pie frente al reto,
luchando por la vida.


Reme Gras.

Derechos reservados.

martes, febrero 17, 2015

Creciendo.



Me crezco en tus ojos…
me agrando en tu sonrisa,
y mi universo se expande en tus brazos.

De brizna de tierra…
soy montaña arrogante y altiva.

Porque mi pequeñez desaparece,
la mediocridad de la vida se diluye,
ante la fuerza de tu amor.

Esa fuerza arrolladora,
que me eleva del suelo,
que hace crecer mis alas,
redimiendo mi fragilidad.

Y sigo creciendo…
como semilla fermentada,
macerada en tu pecho,
al amparo de tus besos.

Reme Gras.


miércoles, febrero 11, 2015

Sabiduría.

Esa sonrisa que hoy me acompaña,
la mueca permanente en mis labios.

Ese gesto irreverente a veces,
de picardía otras tantas,
de absoluta complicidad en ocasiones.

Esa sonrisa, me la dio el tiempo,
la sembró la experiencia,
germino en mis canas,
se acuno en mis desengaños.

Es la sabiduría de la edad,
el saber  por  dónde llegan las piedras.

Quien gritara más alto,
aquella mentira más tortuosa…
esa excusa innecesaria.

Y soy rica en sabiduría,
afortunada en sonrisas,
de esas que me avisan avispadas…
que la verdad anda lejana.


Reme Gras.

Derechos reservados.

martes, febrero 03, 2015

La trampa.


La vida serpentea…
tiene sinuosas maneras de embaucarnos.

Nos seduce con promesas...
de felicidad eterna,
de mieles infinitas.

Son trampas invisibles,
pozos profundos donde caemos,
mentiras veladas,
sin posibles salidas.

Nos entregamos a la vida…
ciegos y sordos,
como si esta fuera infinita.

Derrochamos sus minutos,
malgastamos sus bendiciones,
devastamos sus tesoros.

Y esa es su trampa…
nos hace olvidar que es finita,
que sus minutos son contados,
que la perderemos irremediablemente,
cuando más ansiosamente la anhelamos.


Reme Gras.

Derechos reservados.

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