sábado, marzo 31, 2012

Escucha


El silencioso grito que lanzo…

En cada palabra que escribo,

En los versos que desgrano.


No se puede orar más alto…

Con la muda voz del silencio,

Ese silencio que me impongo,

Que grita desde mis entrañas.

Esa voz que te llama…

Que clama por ti, sin decir nada,

Que solo versos compone,

Con la garganta callada.

Escucha mi llanto ahogado…

Mi canción apagada,

No clamo en alta voz,

Aquello que mi alma acalla.

Escucha mi silencio…

Este que te reclama.

Reme Gras.

domingo, marzo 18, 2012

Quien me acompaña


Bendita soledad que me acompaña,
Que me escucha y comprende.

Me miras con los ojos del alma…
Ni me condenas, ni me juzgas.

Solo estas ahí…
Quieta y perdurable,
Amiga y sostén de luchas.

Solo tu presencia se perpetua,
Ante el abandono de mi entorno,
Paciente te haces presente.

Acunas mi pena…
Envuelves mi llanto,
Soledad bendita.

Inalterable, sobria…
Entera y llana,
Soledad amiga.

Bendita soledad que me acompaña.

Reme Gras.

sábado, marzo 10, 2012

Sin victimas


Camino hacia delante…
Y sigue siendo una huida.

Doy pasos en el vacio…
Sin esperar en el futuro.

Solo doy un paso tras otro,
Con un movimiento mecánico,
Sin la necesaria energía.

Ceso la inercia que me atraía,
Esa inercia incesante…
El empuje hacia el mañana,
Aquello que tira de nosotros hacia el futuro.

No soy víctima, ni verdugo…
Solo un ser cansado.

Alguien que no espera demasiado…
Tal vez, nada.

Camino pasó tras paso…
Hacia delante, siempre.
Siendo consciente del pasado…
Sin esperar del futuro.

Reme Gras.

sábado, marzo 03, 2012

Un texto diferente...un amor distinto.

El amor más grande
Aquello que se da sin esperar recompensa, que engrandece el alma al sentirlo y cultivarlo... es algo que se complace en el bienestar del ser querido, no se conoce bien hasta que no estalla en el vientre materno, el amor con mayúsculas.
Aunque no es necesario parir para sentirlo, si cuando se tiene un hijo es cuando se alcanza a sentir el verdadero sentido de la palabra “ amar”.
Y se siente amor, cuando él yo que cada uno lleva dentro se difumina y queda relegado ante la imperiosa necesidad de proteger la vida que se ha convertido en el centro de nuestro universo.
Solo importa si come, si esta limpio, si crece con normalidad, si su salud en aceptable, y nos inquieta si no durmió, si su ciclo vital no es regular, todo gira enrededor de sus necesidades que se transforma en las tuyas.
No significa dependencia afectiva, es más bien un orden de prioridades que se desencadenan y es por puro amor que sucede, no es algo que se pueda imponer, ni recetar, es algo espontáneo que sale de dentro del corazón y crece en función de la gratificación que produce el ver una vida ir desarrollándose a tu cuidado.
Quizá no todo el mundo se identifique con este sentimiento, pero quien no haya podido sentir la fuerza de este amor, de esta entrega, no imagina que se perdió, por que en la entrega, cuidado y desarrollo de este sentimiento se realizan las mayores proezas de nuestra raza humana.
Para mí mis hijas son el amor más grande, mi identificación como ser humano, mi realización como persona, mi mayor logro, verlas crecer como seres libres, sanos, íntegros...
Para mí el amor más grande tiene dos nombres: Gloria y Amalia.
Reme Gras.

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