Sin motivo aparente

 

Si motivo aparente,

mi cara dibuja una sonrisa.

Sin motivo aparente…

mi corazón late apresurado,

mis manos alzan mi pelo,

imaginando peinados imposibles.

Sin razón…

mi voz tararea una melodía,

mis piernas dan un salto al aire.

Sin motivo…

mi pulso se acelera leyendo un verso,

y mis ojos sonríen llorando.

Un aleteo de mariposas en el estomago,

bailan la danza de la alegría.

Mi  alma sonríe y llora…

sin motivo aparente.

Hoy sin razón alguna…

mi corazón palpita,

mi invierno, se lleno de primavera.

Reme Gras.

Derechos reservados.

 

Buscando

Baje al abismo de mi inquietud,

quise encontrar él porque,

buceando en  la profundidad de mi mente,

Oscuro objeto, negra sombra.

No existe un por qué definido…

no es algo que se pueda tocar,

ni desmenuzar su contenido.

Es lo etéreo del ser…

un sentimiento casi pura química.

Aquello que te inspira una mirada…

que te provoca una voz,

que desencadena una sonrisa,

un desaire o la falta de afecto.

Ese cumulo oscuro de motivos…

intrascendentes y minúsculos,

aquello que desencadena una guerra interior.

Lo que eleva el alma o la quema…

un beso sublime,

o la vuelta al silencio,

el regreso a la eterna búsqueda.

Reme Gras.

Derechos reservados.

De almas errantes

Presa del aire que respiro,

de la tierra que piso,

del amor que me ata.

Sin nadie que te ate a la vida…

mueres un poco al sentir.

Hay una parte diáfana y definida…

esa que te perpetua,

que te da una plena conciencia de tu yo.

Hay otra parte más etérea…

esa que completa tu alma,

que te hace sentir una en dos mitades.

La que te despierta al sentir…

esa parte transparente y profunda,

que te eleva o te hunde,

que te enaltece o humilla.

Vuelve errante al alma…

vagando entre sombras,

en busca de la luz,

esa luz transparente, sin destellos,

que  da sentido al paso del tiempo.

Almas errantes…

en busca de raíces,

que te aten a la vida.

Reme Gras.

Derechos reservados.

Suspiro

Quisiera ser una con el viento,

y alejarme de mi yo.

Convertirme en suspiro ahogado,

en aire contenido…

en garganta callada.

Y soy grito interior…

duelo en el recuerdo,

llanto en el olvido.

Resurge mi angustia frente a la vida

mis temores reaparecen…

crecen y se multiplican.

Y soy llanto y amargura…

rebelión en mis raíces,

tripas desgarradas.

No sirvo para la vida…

añoro mi concha de nácar,

mi burbuja de cristal.

Sigo añorando ser…

tan solo, un suspiro.

Reme Gras.

 

El consuelo de tu sonrisa

En pleno otoño de mi vida…

cuando el frio quema los huesos,

me llego el consuelo.

Cuando la vida se guarece,

guardando bajo tierra semillas,

floreció la esperanza.

Llega a mi vida…

el consuelo de tu sonrisa.

Trozo de cielo en tu mirada…

carne trémula,

incipiente vida.

El sueño de continuidad…

todo por lo que merece la pena luchar,

tu cálida sonrisa.

Reme Gras.

(Para mi nieta Victoria)