Debo tener una
cañería averiada,
no paran de caer
gotas de mi cuerpo,
gotean mis ojos, mi
piel…
hasta mi corazón
lanza gotas, que nadie ve.
Parece mi tallo
quebrado,
destila savia por sus
poros,
y se vuelve
quebradizo…
¡Tanto! Que romperse
pudiera.
Debe ser un fallo en
el diseño,
hoy, que todo
márquetin lleva,
o la edad, que todo
estropea.
Dejé de sentir dolor,
pero sigue la humedad
goteando sin descanso... por mis ojos.
Reme Gras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario