Ese latido inquieto…
que anuncia el cambio,
la vuelta del revés,
el romper las costuras.
Las paredes agrietadas,
de una vida contenida,
ese crujir de huesos,
los cristales rotos.
Esa senda ya andada…
que te recuerda que el tiempo
escasea,
que la parada final se acerca.
Esa mínima expresión de rebeldía,
transformada en lágrimas,
te recuerda que eres finito,
como el tiempo que creíste tuyo.
Reme Gras.
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6 comentarios:
Se me da muy bien el poema, amiga. De mucha vivencia y buen discurso.
Abrazos
Gracias por tus huellas en mis letras José...
Un beso.
Reme.
Todos somos finitos, todos y todo, y tu poema nos acerca a ese sentimiento de nimiedad y de resignación que al final acabamos aceptando porque no nos queda otro remedio. Gran poema aunque muy triste, querida Reme.
Hola mi amiga querida Siloe Sombra, hoy leo tu poema y me identifico plenamente con el, cada palabra, cada expresión, gracias por compartir tus letras tan bellas.
Gracias por tu visita Mayte... si es que yo lo intento pero estos días no me salen mas alegres... supongo que cuesta sustraerse de la realidad.
Un beso.
Muchas gracias por tu visita Rocio... un placer tu visita.
Un beso.
Reme.
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