Sigue tú voz, viva en mi memoria,
con su sonido dulce,
el enfadado o triste,
el risueño y cantarín.
No se fue contigo,
se quedo en la tierra junto a mis oídos,
como cascada de agua fresca,
tropezando con las piedras
en su discurrir hacía el río.
Es el regalo que me dejo el cielo,
cuando, te otorgo las alas,
que te hicieron ángel.
Y mientras tenga memoria…
seguirás conmigo,
siendo tu voz… mi ángel.
Reme Gras.
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6 comentarios:
Bello y emotivo homenaje a esos seres queridos que nos iluminan con su luz desde el Universo. Besos y abrazos todos querida amiga.
Gracias Marina, siempre tan amable conmigo... Un beso.
Reme.
Me emocioné,,,
Gracias por este regalo, amigaza
Cariños
Gracias Beto... y yo me emociono siempre que veo tu huella en mis letras... eres un cielo.
Gracias por tu amistad.
Reme.
Me ha "tocado" este poema, amiga. Llega plena la emoción y el sentimiento.
Abrazo
Y yo me siento muy honrada de que así sea, muchas gracias José Valle Valdés-
Un abrazo.
Reme.
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