Circulo en rededor de
la vida,
no la rozo siquiera…
solo la miro pasar
frente a mí,
desfilando firme y
rápida.
Vivo en la periferia
de las cosas,
sin que mi presencia
se note,
transparente como el
cristal,
la luz me traspasa,
sin sombra proyectada.
Me quiebro entre
equilibrios y mantengo la entereza,
aunque por dentro me
escueza,
la sonrisa tatuada en
carmín;
se mantiene
impertérrita.
Y ya me importa
menos…
conseguí
impermeabilizarme,
y me resbala hasta en
veneno,
en la frontera, en
plena periferia.
Reme Gras.
Derechos reservados.
5 comentarios:
Precioso Reme. Es cierto que llega un momento en que vemos cómo de rápido se va pasando la vida, pero, amiga tú no pasas desapercibida, tú dejas huella. Besos y abrazos miles.
Gracias por tu huella Marina... mi abrazo.
Reme.
Un bello poema, sobre esa invisibilidad que todos sentimos, en menor o mayor grado, sobre todo cuando vamos alcanzando la madurez y uno se vuelve transparente jeje, quizá sea mejor así, pasar desapercibido, así se contempla mejor el mundo, con más sosiego...
Un abrazo, Reme.
Qué buen poema, amiga. Discursa de maravilla. Te felicito.
Abrazos
Gracias por vuestras huellas... Servilio, Jose... ando fuera de casa visitando a mi familia, por eso mi tardanza en respoder... mi gratitud.
Reme.
Publicar un comentario