Aprendo tan despacio…
que las horas se
desvanecen,
cómo minutos
evaporados
embebidos por el
musgo que cubre la roca.
Tropiezo, tan a
menudo…
que mi caminar
asemeja
el vuelo de un
murciélago
con el radar lánguido ó apagado.
Soy el ejemplo de la
desorientada raza,
que vive
repetitivamente las horas,
muriendo de sed
sin absorber el agua,
de la fuente viva.
Soy lenta, a veces
hasta dormito…
cabeceando sobre las
historias, ya vividas,
y jamás aprendidas.
Reme Gras.
Derechos reservados.
12 comentarios:
Todos dormitamos en esas historias, y son esas historias, las que nos hacen detenernos en el camino, sin a penas beber el agua de esa fuente viva
Un poema algo misterioso, me gusta.
Has venido con las pilas puestas.Genial.
Un abrazo Reme.
Gracias por esa lectura tuya tan acertada...a veces tropezamos tanto en la misma piedra que pareciera que no nos movemos... aunque sigamos avanzando.
Un abrazo Carmen!!
Reme.
Precioso y profundo poema, querida Reme, me ha encantado. Lo comparto con mucho gusto hoy que tengo algo de tiempo, porque estoy con obras en casa y entro cuando puedo. Recuerda fijarlo (éste u otro) en las comunidades Mar de letras y Culturalia el viernes desde las 8 de la tarde. Si no puedes ya te lo fijamos Richie o yo, ¿vale? Besos y feliz semanita.
Excelente poema.
Muy amable Jordi, gracias por dejar tu huella.
Un beso.
Reme.
Muchas gracias Mayte... es que no que hay que hacer para fijarlo... si tienes tiempo me envias un email y me explicas que debo hacer.
Un abrazo.
Reme.
Espléndido poema Reme. Besos y abrazos!!
Gracias Marina... un placer tu visita.
Besos...
Reme.
Un bello poema, amiga Siloe, y eso nos pasa un poco a todos, nos cuesta aprender y nos desaprendemos fácilmente...
Un abrazo.
Me ha encantado esta fantástica poesía, Reme. Habla de la condición humana, desde el sentimiento y las contradicciones interiores de la protagonista que enfatiza sus desvelos emocionales. Las personas somos lentas para las cosas o nos damos cuenta tarde de las percepciones de las cosas y vicisitudes. La mente, aunque confiere autonomía y nos dota de inteligencia también nos provoca suspicacias interiores. A veces sentimos esa lentitud y hastío, esa falta de vitalidad.
Lo expresas de forma magistral, me he sentido identificada. Es un sentimiento humano y propio. ¡¡Preciosas expresiones, lenguaje delicado, muy bonito!!
Besos
Bienvenido a mis letras Servilio.... un honor tu visita.
Un beso.
Reme.
Que bueno que te gustó mi trabajo Marisa... es todo un orgullo leer este espléndido comentario, cuesta mucho llegar a los lectores y recibir de los amigos escritores visitas y comentarios así de bellos es todo un gozo.
Gracias... Mil!!
Un beso.
Reme.
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