Viajo al
pasado,
en alas de lo vivido y olvidado,
allí donde
la mente se pierde,
buceando en
detalles difuminados.
Y lo etéreo
se hace presente,
en tonos
sepia, tal vez gris…
dentro de un
opaco anochecer,
que no deja
ver con claridad.
Y me pierdo
en lo ya superado,
en esas
minucias indescriptibles,
que laceran
el corazón…
haciéndolo
sangrar de nuevo.
Esa lucha férrea,
a veces inhumana,
nadando contra
la corriente y el miedo,
provocando
un alocado latido,
el
sentimiento de lucha estéril.
La vida no
regala nada,
ningún
esfuerzo es recompensado,
solo se sube
un escalón.
Otro, que
sumar a la elevada montaña rusa…
mientras me
pierdo en el laberinto del recuerdo.
Reme Gras.
Derechos reservados.
6 comentarios:
"ningún esfuerzo es recompensado", particularmente creo que sí, que llega sin darnos cuenta, porque la recompensa está en uno mismo, en la alegría de palpitar nuestros logros. Quizá no llegue la recompensa económica pero sí la del corazón.
Muy buen poema.
Gracias por tu comentario Malania... yo creo que lo bueno y lo malo llega por que pasa de todo en la vida, pero no por recompensa, hay gente noble que vive su vida honestamente y jamas vio la suerte de frente, en cambio hay que vive sin preocuparse de nada y vive tan ricamente... solo son circustancias.
Un beso.
Reme.
No hay mejor recompensa que la que nos damos a nosotros mismos...
Una puerta se cierra y otra se abre, siempre es así...
Un abrazo enorme Reme.
Feliz lunes.
Un abrazo Carmen... gracias por tu huella en mi trabajo.
Un beso.
Me resulta un poema bien logrado con buen gusto, amiga.
Abrazo
Muchas gracias por tu huella José... un abrazo.
Reme.
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