Con el corazón intacto,
como si nunca hubiera sido herido,
como si al arrancarle las piedras,
no hubiera sangrado.
Inalterable…sin contaminar,
con esa sonrisa impecable,
que ilumina el rostro,
y ensancha el alma.
Con el sentimiento de serenidad,
bordado en las pestañas,
y la mirada en el horizonte lejano.
Renaciendo a la conciencia,
después de bajar al infierno,
de haber muerto… y resucitado.
Después de una vida entera,
el corazón renace…
Intacto.
Reme Gras.
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6 comentarios:
A veces, como en este caso del que nos habla tu bello poema, el corazón puede mantenerse intacto a pesar de las heridas.
Comparto, mi querida Reme. Besos:-))
Esta vida es solo eso, un continuo morir y resurgir...dibujado bello y dulce como es usual en todos tus poemas.
Un placer leerte siempre Reme.
Gracias por tu presencia, la cual valoro, amiga.
un fuerte abrazo y feliz martes.
Besos.
Muchas gracias Mayte... un abrazo.
Reme.
Muchas gracias Carmen... como yo valoro tus visitas... he puesto en mi perfil de blog uno de tus blog no si si lo habras visto...
Un abrazo enormeeee
Reme.
Se me da muy bien logrado el poema, amiga. Discursa muy bien, y con belleza de imágen.
Abrazos
Muchas gracias José... un abrazo.
Reme.
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