Esa sonrisa que hoy me acompaña,
la mueca permanente en mis labios.
Ese gesto irreverente a veces,
de picardía otras tantas,
de absoluta complicidad en ocasiones.
Esa sonrisa, me la dio el tiempo,
la sembró la experiencia,
germino en mis canas,
se acuno en mis desengaños.
Es la sabiduría de la edad,
el saber por
dónde llegan las piedras.
Quien gritara más alto,
aquella mentira más tortuosa…
esa excusa innecesaria.
Y soy rica en sabiduría,
afortunada en sonrisas,
de esas que me avisan avispadas…
que la verdad anda lejana.
Reme Gras.
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4 comentarios:
Me ha gusto mucho, amiga.
Abrazos
Gracias José... tu visita es un placer.
Reme.
El tiempo es el mejor aliado del saber, no hay duda, lo que no aprendamos de su mano, no lo aprenderemos de ninguna, incluso las sonrisas se las debemos también, como dices en tu poema.
Precioso y revelador, querida Reme. Comparto y te dejo besos y mis mejores deseos para el finde.
Muchas gracias Mayte... tu comentario enriquecedor como de costumbre...
Un beso, feliz fin de semana.
Reme.
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