La vida serpentea…
tiene sinuosas
maneras de embaucarnos.
Nos seduce con
promesas...
de felicidad eterna,
de mieles infinitas.
Son trampas
invisibles,
pozos profundos donde
caemos,
mentiras veladas,
sin posibles salidas.
Nos entregamos a la
vida…
ciegos y sordos,
como si esta fuera
infinita.
Derrochamos sus
minutos,
malgastamos sus
bendiciones,
devastamos sus
tesoros.
Y esa es su trampa…
nos hace olvidar que
es finita,
que sus minutos son
contados,
que la perderemos
irremediablemente,
cuando más ansiosamente
la anhelamos.
Reme Gras.
Derechos reservados.
4 comentarios:
Hermoso poema, Siloé. Con la música de piano su lectura es mucho más hechizante.
Me gusta esta manera de presentar la poesía
Muy amable Juan Carlos... lo cierto es que la música es el marco perfecto para potenciar la palabra... tanto escrita como recitada. Y es mi segunda gran pasión... bienvenido a mi espacio.
Un abrazo.
Reme.
Tus apreciaciones son interesantes... llenas de cautela y quizás un poco de incertidumbre.
Me ha gustado leerte, poetisa.
Abrazotes, amigaza
B.B.
Gracias por tu visita Beto...
Un abrazo...
Reme.
Publicar un comentario