No hay color que
deslumbre…
no hay, estrella
que caliente,
solo existe el frío glacial,
del certero desencuentro.
La mentira es la única que brilla…
lo que ilumina el
rutilante firmamento.
Es la eterna y
humana lasitud…
arrastrar el
incesante grito,
la llamada de auxilio,
aún Dios sordo.
Estamos solos frente a nosotros mismos,
Dios se limito a crear…
Nosotros somos los artífices de la soledad,
los auténticos
dioses del Olimpo,
los héroes del
desencuentro,
de la maldad, del odio...
Dueños de la
mentira y el engaño.
solos frente a
nosotros mismos.
Reme Gras.
Derechos reservados.
6 comentarios:
Amiga tus letras siempre son extraordinarias aunque se siente la desesperanza y la necesidad que que todos seamos un poco mejor.
Abrazos. Pastora.
Efectivamente, estamos solos frente a nosotros mismos. Pero el hombre es imperfecto, no como la idea de Dios, que es la de un ser perfecto, y una de esas imperfecciones es la mentira y la maldad.
Tu poema, de todas maneras, expresa ese sentimiento de desolación por estar rodeados de falsedad de una manera muy ambiciosa y convincente.
Tal vez haya desesperanza en mis versos... pero es que la realidad es a veces descorazonadora...Gracias por tus huellas mi querida Pastora.
Un beso.
Reme.
Gracias por tus palabras en mi trabajo Luís... un placer tu visita.
Reme.
Te ha quedado muy bien, amiga. Discursa con buen ritmo y decir.
Abrazos
Gracias por tus huellas José...
Un abrazo.
Reme.
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