Soy luz de candilejas,
oscurecida y apagada,
eclipsada por luces fatuas.
Mi voz es ahogada…
por cantos de sirenas,
parecidos a
un coro de plañideras,
que sollozan por algo de atención.
No quiero sumirme al coro…
no avivo esa hoguera,
no seré comparsa,
ni rogare atenciones, ni mimos.
Soy luz de candilejas…
humilde y sencilla.
En el escenario de mi vida,
alumbro suavemente…
sin artificios ni envidias.
Reme Gras.
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4 comentarios:
Muy hermoso poema que nos habla de tu necesidad de sentirte humilde frente a tanto ego como se yergue ante ti. Y eso no es usual en una poeta, porque los artistas siempre se creen superiores al resto de la humanidad, es algo que ya tengo comprobado. Te felicito por saber mantener la cabeza sobre los hombros y la modestia que te distinguen como persona.
Comparto muy gustosa tu poema, querida amiga.
Besos y pasa una muy feliz e inspiradora semana.
Muchas gracias Mayte... a veces hay tanto brillo que nos ciega.
Un abrazo.
Reme.
Bien te ha quedado, amiga. Te felicito.
Abrazos
Muchas gracias José... tu presencia ya es un regalo.
Un abrazo.
Reme.
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