Se apago mi voz…
cuando no
quisiste ya escucharla.
Se difumino mi
imagen…
cuando dejaste
de mirarme.
Perdí tu risa…
la llevaste a
otro lugar.
Se agoto mi
llanto…
y creció la
dureza de mi alma.
Levante barreras
entorno a mí,
cerré mi puerta,
mis ventanas
cuando te perdí.
A pesar de todo
crecí…
en dureza y
empuje.
Me revestí de
acero,
y busque en mis
sueños…
encontrando la
paz perdida.
Envuelta en
serena aceptación,
retorna la
sonrisa a mis labios,
Aunque te perdí…
renace explendorosa mi vida.
Reme Gras.
6 comentarios:
Es un consuelo saber que no soy la única que camina con armadura por la vida :P y sí, sí... ya lo creo que se camina. Besos. Mar.
Los caminos de la vida, son a veces extraños, una vez escribí:
"Un farol alumbrará mis penas
luces a mis sombras,
una gran luz para mi alma huida
buscando la aurora."
Pienso que siempre hay un camino que seguir, a veces llano a veces escabroso, pero siempre hacemos nuestro camino y siempre llegamos a nuestro destino.
Me gusta muchísimo.
Un abrazo
Un poema precioso. Sigue escribiendo.
Muchas gracias querida prima... besos.
Reme.
J A Pastor... pues me hace feliz que te guste y ademas me encanta que dejes tu huella a modo de versos , tu talento te precede y enriquece mi espacio.
Un abrazo y gracias de nuevo.
Reme.
Gracias mar, por dejar tus huellas en mis versos... un beso querida amiga.
Reme.
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