Si la oscuridad…
Si la oscuridad no
fuera tan profunda,
los desencuentros tan
frecuentes,
las almas tan míseras
y duras…
el dolor, tan cercano al corazón.
Si las palabras _las
propias_
nos dolieran en
primera persona,
nos escucháramos en
el adentro,
no de frente a
frente.
Tal vez el respeto,
afloraría…
quizás lo que te
ofende sería admitido,
mascado y auto
infringido,
cómo el azote mismo
que sale de tu boca.
Que no soy yo quien
habla, ni escribe…
es el desconocimiento
de uno mismo,
la patraña de una
boca sin hueso,
el egoísmo de tu
entraña.
Olvidas mirarte al
espejo cuando me condenas,
solo ves tu propia
imagen,
idealizada y
soberbia…
y enormemente sobre
dimensionada.
Reme Gras.
Derechos reservados.