Empapada de vacío,
de esa lluvia que no moja,
que brota de dentro a
fuera,
tallando surcos en las mejillas.
Sin la voz, que
agonizó de acallarla,
de no decir las verdades,
_Las mías_ por supuesto.
Nadando contra la corriente,
en un rio que ya
murió,
sin el futuro prometedor,
ni un pasado glorioso.
Vuelvo a cerrar las puertas,
las ventas y contraventanas,
busco, la oscuridad que me cobije,
la ausencia de ruido.
Y marco la distancia,
entre el no vivir…
y el estar ya muerta.
Reme Gras.
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