Escucho los ecos del
ayer
resonando en mi
memoria,
botando contra las
paredes de mi cabeza
creando círculos
dispersos.
Circunferencias que
se expanden
como el agua que se
agita bajo una gota,
son rumores de
pasados momentos
que dejaron poso en
el fondo
criando un cieno
maloliente,
que no logra despejar
el viento.
La maldita memoria…
esa que me turba y
enoja,
cuando, ya creo haber
superado el abismo
reaparece al más mínimo suspiro.
Dejando resbalar una
fría humedad
que se desliza por los
surcos…
tallados en mis
mejillas.
Reme Gras.
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