Circulo en rededor de
la vida,
no la rozo siquiera…
solo la miro pasar
frente a mí,
desfilando firme y
rápida.
Vivo en la periferia
de las cosas,
sin que mi presencia
se note,
transparente como el
cristal,
la luz me traspasa,
sin sombra proyectada.
Me quiebro entre
equilibrios y mantengo la entereza,
aunque por dentro me
escueza,
la sonrisa tatuada en
carmín;
se mantiene
impertérrita.
Y ya me importa
menos…
conseguí
impermeabilizarme,
y me resbala hasta en
veneno,
en la frontera, en
plena periferia.
Reme Gras.
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