De cómo se caen de los cielos…
las estrellas rutilantes,
y se hunden en los profundos fuegos
eternos,
incombustibles… inagotables.
de esas parafernalias de
sorprendentes destellos,
que lucen entre las sombras,
intentando apagar las voces sencillas
que solo claman justicias.
¡Y como se manipulan las voces!
¡Como se utiliza el intelecto para
promocionar panfletos!
¡Trompetas apocalípticas…voces vacías!
Nos revestimos de majestad…
de luces de neón y lentejuelas,
para testimoniar nuestra soberbia.
Aunque por mucha luz que enciendas,
no quitara el tufo…de la basura del
pecado
que se pudre en el corazón.
No basta el agua bendita,
ni el desinfectante más potente
limpia…
la podredumbre del alma.
Reme Gras.
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