Mi camino se volvió blando,
no inseguro…más bien acolchado.
y lo aprendido desaparece,
se evapora, como mis lágrimas.
Y nace agua en el desierto,
estalla el manantial seco,
crecen las espigas,
y el viento ronronea su canto más
bello.
Renacen sueños y esperanzas,
el color estalla en los valles
es el reencuentro con la vida,
la más armoniosa de las etapas.
Una cadena infinita,
que se renueva cada ciclo,
en un orquestado movimiento.
Desde
ese universo nimio,
pequeño e invisible,
que se expande cada día,
dentro de mi corazón.
Y revivo…
paseando entre nubes.
Reme Gras.
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