Sin preguntas,
sin horizontes,
solo el hoy, ahora…
Con mi brújula
desorientada,
sin el ancla que me
ate al suelo.
Solo sintiendo el día
a día…
disfrutar del sol, si
sale,
gozar la lluvia si me
la regalan,
sentir el viento
rozar mi cara.
Hoy mi mundo queda
suspenso,
sin la promesa de un
mañana,
sin esperar mejorar,
ni empeorar.
Porque mi norte
apunta al sur,
ya no peleo guerras
perdidas,
no creo en promesas
de barro,
que se cuecen en las
alegría ajenas.
Hoy mi batalla es
simple, llana…
estoy aquí, frente a
la vida.
Necesitada de cimientos,
de brazos que me
sostengan,
que me devuelvan la
vida.
Reme Gras.
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