Hoy me envuelve la tristeza,
esa invisible sensación de fría
humedad,
de solitaria lucha.
El tiempo, ese que no se puede medir,
que es imposible de frenar,
que vuela contra corriente,
hoy se hizo mi enemigo.
De nuevo se plantea una titánica pelea,
las fuerzas se miden contra el
enemigo,
y es escurridizo y traidor.
No sé si tendré ánimo,
si Dios me amparara en la pelea,
porque ignoro si es su voluntad,
que gane ó pierda esta guerra.
Pero la supervivencia obliga,
el deseo empuja…
y aquí me hallo,
de pie frente al reto,
luchando por la vida.
Reme Gras.
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